jueves, 28 de octubre de 2010

Ausencia

Todavía recuerdo el día que murió Perón. Era muy chica y espiaba detrás de un sillón las imágenes del multitudinario cortejo que disparaba la televisión en blanco y negro. Aún siento la angustia que me anudó la garganta aquel día y el momento en el que me encerré en el baño a llorar.

Lloré compulsivamente y recé por aquel hombre al que apenas conocía. Lloré por el país triste que asomaba en la pantalla, por la mirada desconcertada de mis padres, por el hombre que despertaba tantas pasiones. Lloré por la fragilidad ante la muerte.

Pasaron treinta y tantos años y el sentimiento se repite. Una angustia que sale de rincones escondidos, más allá de las etiquetas y de la filiación política. Un vago sentimiento de orfandad, de tiempo acelerado, de vida que se evapora como un líquido incandescente.

La muerte resignifica la vida. Bajo el prisma impiadoso de la muerte las cosas se ordenan nuevamente, toman formas distintas, se disparan hacia otras dimensiones. Más allá de ciertas mezquindades que uno escucha en estos días, hoy sentí que cada vida deja una estela luminosa y que vale aferrarse a ella cuando golpea la ausencia.

3 comentarios:

  1. Y también quisiera hablar de un gran sentimiento de pertenencia, que no otra cosa que la patria para mí. Tenemos nuestros muertos, los fracasos y las alegrías compartidas.Pero hay algo que me conmueve y son los miles, los millones de desconocidos familiares que emergen siguiendo un llamado que excede las interpretaciones.Y me gusta sumarme a ellos, fundirme y reafirmar así mi identidad.Mónica

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  2. No se si cada vida deja una estela luminosa. Tal vez algunas no. Pero quienes hacen cosas que inciden positivamente en otros, aunque sea algunas, aunque sea pocas, aunque sea en medio de actos mezquinos, algo dejan detrás de si. Y a lo mejor no está mal considerar, como dice Juan Forn en la página de hoy http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-155881-2010-10-29.html , la suma de los actos. El balance. Muchos personajes potentes de nuestra historia han dejado detrás de si un cúmulo de actos positivos, en medio de bastantes ruindades. Juan Perón, a quien hace referencia la autora, es uno de ellos.-
    A lo mejor habría que pensar cual es el balance. Y desde ese balance tratar de pensar si esa vida dejó tras de si una estela luminosa, una rayita amarilla o una columna de humo.-
    GG

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  3. Siendo más directo, y empañando el poético comentario de la autora respecto de la muerte resignificando la vida y respondiendo además a un amigo, me pongo a pensar que no se porqué carajo nos pasamos la vida buscando un patriarca.-
    No se si Néstor era un buen tipo. Por ahí no. A lo mejor si lo hubiese conocido personalmente como vecino de la cuadra, lo hubiese odiado. Que se yo.
    Sí me ocurre que hace tiempo me encuentro siendo identificado como K por muchos de mis amigos. Porque, como ha ocurrido muchas veces a lo largo de nuestra historia con personajes que hacen cosas, tendemos a odiarlos o a endiosarlos. Y si decís que te parece bien la política económica tendiente a no tomar créditos internacionales, automáticamente estás justificando que K haya comprado terrenos fiscales en el Calafate a 30$ la hectárea.-
    Ni siquiera sé si fue un buen presidente. Disiento bastante sobre todo en lo que hace al manejo de la economía, particularmente en punto a lo que no se ha hecho con los enormes excedentes de balanza de pagos que ha dejado la economía en estos años: Creo que tal vez pudieron realizarse mayores inversiones que resulten reproductivas a largo plazo. Pero francamente no creo siquiera que valga analizar si fue “un buen presidente”. Me alcanza con apoyar las cosas buenas. Las malas, seguro que se las demandan dios y la patria, como siempre (¿o no?).
    En todo caso, me preocupa más porqué este país nunca puede generar una oposición al peronismo –que no me simpatiza- que sirva para algo. Digo sobre todo pensando que “la gran esperanza blanca”, Elisa Carrió, hizo estos días algunas declaraciones desde el “spa” donde está “descansando” ... Se lo dijo Lavagna en las últimas elecciones, “mientras los demás trabajamos en la campaña, la doctora Carrió haraganea de playa en playa”.-
    Y esa mujer alguna vez me pareció una opción posible de poder...
    Pienso también en que Sanz, el presidente del radicalismo, dijo la vez pasada que, desde que se paga la asignación universal por hijo, se gasta más plata en paco y en los bingos... Le faltó decir que estos negros son siempre los mismos. Es tristísimo que ese sujeto sea el presidente del partido radical.-
    Desde ese lugar, puedo apoyar en algo la gestión K. De ahí a votarlos...
    GG

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