Columna de Silvina Quintans para Radio Continental.
Hoy es el último día de lo que algunos, empeñados en estirar
los réditos económicos del 20 de julio, han dado en llamar “Mes del amigo”.
La definición de amigo fue cambiando con los años. Y así
como las redes sociales modificaron el concepto, la publicidad llevó la
definición a límites que jamás hubiéramos sospechado.
¿Podríamos llamar amigo a alguien que te baja del auto y te
larga a pata a la madrugada en la soledad de la Costanera?¿O a un grupo de
sádicos que te atan a un poste, te arrancan los pelos del pecho de raíz, y
después se mandan a mudar dejándote ahí atado?
Parece que sí, porque según la propaganda de una bebida
alcohólica “donde hay amigos, hay boludeo”. Así que a respirar hondo, bancársela
y sonreir.
Y eso no es todo: en la misma línea, otra publicidad de un
servicio de internet, tiene como
protagonista a un joven bromista que,
según él mismo asume, a veces se pone pesado. Este muchacho tiene la feliz idea
de ridiculizar a un “amigo” excedido de
peso viralizándolo en las redes sociales con la cola de una ballena. Si alguien
quería saber de qué se trata el cyberbullying, esta propaganda lo ilustra. Y
para que quede bien claro, se ve luego a un grupete de chicos de escuela
primaria riéndose a carcajadas de la imagen trucada del gordito. Pero, se entiende
que todo vale porque son amigos, o, como dice más adelante, “no nos reimos de vos sino con vos”
El bromista sigue con su carrera desenfrenada de
provocaciones y a otro lo hace pelearse con la novia para que se pueda juntar
con los muchachos.
Un paréntesis aquí: para estas propagandas el Dia del Amigo
parece ser patrimonio exclusivo de estos grupos de amigotes. La única presencia
femenina es la de esta mujer desquiciada que destruye a palazos una tablet
porque el muchacho se quiere juntar con sus amigos, como si ella no tuviera vida
propia y viviera obsesionada con retenerlo a sol y a sombra. Se sabe que las
mujeres somos brujas, no tenemos amigas, vivimos pendientes de cada paso de
nuestro hombre, carecemos de sentido del humor y no somos capaces de comprender
los sutiles códigos del “boludeo”.
Si quedara alguna duda sobre la intención de estas campañas,
aquí va la voz autorizada de los “creativos” (dicho esto sin ironía) que
idearon una de ellas: “Creemos que un amigo es quien te da un corto en la nuca,
es quien cita constantemente a tu hermana, remarca al máximo tus defectos
físicos y se lleva una sonrisa a cambio. Ser amigo de alguien es poder explotar
toda la impunidad que te da la confianza”,
Y ahí viene el slogan: “Si hay amigos, hay boludeo”, o, si
se quiere ser más preciso, “si hay
amigos, hay bullying”.
Yo paso, gracias, para amigos así, prefiero una tarjeta con
una frase cursi, un oso de peluche o la vieja publicidad de los 80 en la que
aparecía un grupo de amigos y amigas tocando el piano, cantando, soñando. “Mis
amigos son unos bolas, pero son mis amigos”, decía el remate.
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